En todo partido futbolístico donde ha existido una rivalidad muy directa entre los dos equipos, siempre, ha estado presente el típico puntero verde que apunta a los jugadores del equipo rival en la cara.
Esta acción, puede provocar serias lesiones en el jugador, como la desaparición de las células fóveas, que al ser quemadas, no vuelven a regenerarse.
Además, en caso de que el puntero esté direccionado hacia los ojos, podría quemar la córnea provocando severos daños.